Los líderes del mundo finalmente realizan que enfrentamos un crisis de comida: ahora están a una conferencia en Roma para discutirlo, y el jefe de la ONU Ban Ki-moon dijo recientemente que necesitamos cultivar 50% más comida en 2030 para satisfacer las necesidades (creo que es una estimación conservativa). Esto no es sorpresa para mí -- mencioné la crisis de comida en mi previo artículo sobre biocombustibles, y tiene una relación también a la situación de energía que discutí antes. Las dos crisis-que-vienen son debidos a una combinación de una población que crece rápidamente y un crecimiento en el nivel de vida en partes del mundo (gente con mejor nivel de vida usa más energía y comida). Este crecimiento no es sostenible.
Una sugerencia para hacer nuestra manera de vida más sostenible es comprar localmente (lea mi artículo previo). Pero ayer leí un artículo en Science News (en inglés), basado en una investigación publicada en Environmental Science and Technology (en inglés), que dice algo interesante: el tipo de comida que comemos tiene un impacto mucho más grande que la distancia que viaje, por lo menos en el área de gases de efecto invernadero. Estudiaron todo el proceso de obtener comida, y concluyeron que la mayor parte de los gases de efecto invernadero (83%) vienen de la producción de comida, y solo 7% del transporte de finca a tienda. Entonces el cambio a comprar solo comida local no resolverá el problema. Necesitamos pensar en la producción: podemos reducir los gases de efecto invernadero lo mismo por suplir carne y productos de leche una vez por semana con pollo, pescado, huevos, granos, o vegetales, como comprar todo de nuestra comida localmente. Esto tendrá otros beneficios para la crisis de comida también: mucho de los granos que producimos va a animales para producir una cuenta muy poca de carne y leche, entonces comer los granos directamente puede reducir la crisis de comida. ¿Tal vez necesitamos todos ser vegetarianos pronto?